Los emprendedores suelen ser personas optimistas por definición, sin embargo la experiencia demuestra que un acuerdo con una gran empresa que catapulte la start-up es estadísticamente muy improbable.
Mi consejo personal es que no esperes firmar un acuerdo estratégico cuando eres una compañía incipiente, tienes pocas probabilidades de ser exitoso, si lo firmas lo harás en más de 8 meses desde el momento que piensas que firmarás el acuerdo, y si lo firmas tienes pocas probabilidades de que la gran compañía lo implemente y por tanto tenga algún resultado.
De un cartera de más de 40 empresas, sólo recuerdo una compañía que llegó a firmar un acuerdo con una gran empresa, que hizo que dicha empresa pasase de facturación cero a un millón de euros en tan sólo 12 meses. El resto de start-ups sólo firmaron grandes acuerdos cuando sus compañías ya facturaban.
Por tanto aquellos emprendedores que dependen de firmar un acuerdo deberán armarse de cash y paciencia, y éste es un factor muy crítico en las inversiones en aplicaciones móviles. Si tu aplicación depende de llegar a un acuerdo con una o varias operadoras tiene muchos números de caer en el intento.
En una de las operaciones donde “la Caixa” invirtió, los emprendedores presentaron en el due dilligence, el contrato con la operadora (todavía sin firmar pero que la operadora ya había aprobado, sólo faltaba firmar), el importe era relevante y además ofrecía mucha difusión, antes de firmar la inversión fui a visitar la persona responsable de ejecutar el acuerdo, me dió plenas garantías de firma del acuerdo e implwmentación de dicho acuerdo (y de paso validó la tecnología, etc…). Ese acuerdo nunca llegó a firmarse y en esa start up tuvimos que rehacer el planing previsto, nunca hubo una negativa a la firma del contrato, sino que pasaba y pasaba por diferentes departamentos, hasta que un día el tema se murió.